sábado, 1 de noviembre de 2014

Cómo funciona la terapia láser para evitar la caída del cabello

Aunque pueda sonar como un tratamiento futurista, la terapia láser se ha empleado para combatir la caída del cabello desde hace más de 40 años. Desde entonces, esta técnica se ha ido perfeccionando para mejorar los resultados y las comodidades en los pacientes, incrementando así mismo su accesibilidad. Aunque no es uno de los tratamientos más empleados, se trata de una alternativa que ha demostrado un excelente rendimiento para promover el crecimiento del cabello.

Este procedimiento, también conocido como terapia de luz roja, emplea una clase de láser de baja intensidad que, al ser completamente inofensivo, no representa un riesgo para provocar quemaduras o marcas en la piel de ninguna clase. Este haz de luz es capaz de penetrar a través de las distintas capas de la piel, en este caso del cuero cabelludo, y llegar a los folículos capilares.

La terapia láser para la caída del cabello consiste básicamente en despertar a las adormecidas células del cuero cabelludo. La energía luminosa, cuidadosamente calibrada, estimula y mejora la función celular, reactivando el desarrollo natural del cabello y evitando su pérdida. La circulación sanguínea se mejora y los procesos metabólicos necesarios para el crecimiento del cabello se aceleran en la zona de aplicación.

Hombres y mujeres que presentan adelgazamiento del cabello o patrones de calvicie por razones hereditarias, pueden beneficiarse de este tratamiento. El efecto dañino de los altos niveles de dihydrotestosterona (DHT), que causa la alopecia androgénica, son inhibidos por la terapia láser sin la necesidad de tomar productos químicos que regulen la actividad hormonal.

En todos los años de aplicación de este método, no se han encontrado efectos adversos. Los pacientes no sienten ningún dolor y no presentan cicatrices ni señales de haber seguido un procedimiento para detener la caída del cabello. Al emplear como única herramienta un haz de luz, el tratamiento es completamente no invasivo.

Las personas que han seguido la terapia láser en el pasado han reportado mejoras en su condición en pocas semanas, pero es a partir de las 12 a 26 semanas de aplicación que los resultados pueden ser permanentes. Por lo regular se prescribe este tratamiento por una duración mínima de 6 meses a un año de aplicaciones constantes.

Durante este tiempo, no hace falta tomar medicamentos secundarios de ninguna clase ni seguir dietas específicas que impongan restricciones al consumo diario. De cualquier manera, siempre es conveniente mantener una alimentación saludable para aportar a los folículos capilares los nutrientes necesarios para el crecimiento de fibras capilares fuertes.

Aunque se puede llevar a cabo en una clínica y bajo la supervisión de un profesional, también es posible encontrar a la venta en el mercado los artículos necesarios para seguir el tratamiento en casa, mejorando la accesibilidad y la comodidad de los usuarios. En cualquier caso, los precios pueden variar de los $400 a los $4000 dólares.


En comparación con otros tratamientos, la duración y el costo de este procedimiento pueden resultar elevados. A pesar de esto, las ventajas y la efectividad que ofrece la terapia láser, la convierten en una alternativa importante para tratar la caída del cabello.

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